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Pali y weño: implementos del palin

La bola o pali con que los mapuche juegan el palin se extraía en sus inicios de una protuberancia del roble, que era arrancada de su tronco, y luego se raspaba y limaba hasta convertirla en una esfera, que los jugadores empujaban hacia la línea de fondo del equipo contrario para marcar un punto.

Pesaba alrededor de 80 gramos y tenía entre 6 y 7 centímetros de diámetro, por lo que un golpe en la cabeza podía generar heridas considerables. Para evitar accidentes, con el tiempo se elaboró con un hilo de lana que se enrollaba y curaba con cebos para darle mayor consistencia y resistencia a la humedad.

Tradicionalmente la bola se envolvía en cuero de huemul y se enterraba junto al cadáver de un konikoi, pues se creía que así adquiría la velocidad de este pequeño ratón silvestre. Con la conquista española se introdujo el uso de materias primas de vacas y caballos para su confección, y el pelo de llamas y guanacos para su envoltura.

El weño o palo de madera es el otro implemento esencial de esta contienda, y en su mayoría proviene de la corteza de árboles como el temo, lingue, avellano y boldo. Su fabricación corre por cuenta de los palife, quienes deben darle la inclinación y arqueo correcto para que se acomode a su cuerpo y le otorgue mayor destreza a sus movimientos.

El juego se inicia cuando se saca el pali del hoyo que está en el centro de la cancha. Una vez en acción, cada equipo debe empujar la bola hacia las líneas de fondo contrario con el fin de marcar una anotación.

Pali envuelto
Pali envuelto
Pali
Pali
Weño de madera
Weño de madera
Weño de madera
Pali original y pali post-conquista española