Con el fin de difundir el patrimonio arquitectónico mapuche, el Museo ha construido varias ruka en el parque que lo rodea:
- La primera fue levantada en la década de los ochenta y destruida por un incendio.
- La segunda fue edificada en los noventa y se hizo pequeña para la cantidad de visitantes.
- La última fue construida en 2003 con el apoyo de comunidades cercanas que realizaron un trabajo a la usanza tradicional para replicar una ruka del territorio lafkenche.
En cada caso, el encargado del rukan y guía de la construcción fue Armando Marileo. Las tareas se iniciaron con la selección del emplazamiento y la demarcación de las dimensiones y entrada. Para construir las estructuras laterales, se emplearon postes de madera nativa como avellano, laurel, canelo y ulmo, mientras que para sostener el techo se utilizaron vigas gruesas de boldo.
El guion museográfico de 2010 consideró el conocimiento de las comunidades de la zona para habilitar la ruka. Estas coincidieron en que su interior debía representar el lugar donde comparten, tejen, cocinan y duermen los mapuche, y que el exterior debía construirse sin clavos ni alambres, con un techo ratonera y orificios estratégicamente dispuestos para evacuar el humo (Menares, Mora y Stüdemann 2007, 13).
La siguiente galería se compone de imágenes que retratan el proceso de construcción de la ruka levantada en el patio del Museo en década del noventa: la demarcación del terreno, la construcción de la estructura y el armado de la paja-ratonera.